Mónica Pont

Mónica Pont y su
manutención hijo
Mónica Pont es una modelo y actriz mediocre española con dotes artísticas irrisorias que ha participado en numerosas series de Televisión, cine y teatro, pero siempre papeles muy de relleno. Como presentadora preferimos no hablar para no hacer más sangre de la necesaria. 
Tiene fama de tener carácter de pija insoportable y de hacer la vida imposible a sus compañeros de trabajo, amén de hacer lo que sea por mantenerse en el candelero de la farándula del corazón.

En los 90 tuvo cierto éxito gracias sobretodo a su papel en Hostal Royal Manzanares, interpretación por la que aún hay quien tiene taquicardias.

Poco a poco empezó a actuar como una trepa y hacerse amiga de Luis María Ansón y de personas de otro nivel e hizo borrón y cuenta nueva con las personas que conocía antes, dejando tirada a mucha gente que la ayudó a estar ahí.

Pero con la entrada del nuevo milenio desapareció del mapa. Ella asegura que una mano negra le impidió que triunfara, ya que decir eso es mejor que reconocer tu propia mediocridad. Lo cierto es que se acomodó en su matrimonio. Creía que tenía la vida solucionada y que ya no necesitaba trabajar. No contó con el divorcio.

La separación fue muy sonada. Ella recurrió al viejo truco de denunciar a su marido por violencia familiar para quedarse con su hijo. Mónica quería aprovecharse de Sagrera y quedarse con la massía donde vivían y una suculenta pensión de manutención. El culebrón trajo mucha cola.

Tras éste, se quedó sin dinero, ya que no la contrataba nadie al haber pasado su momento y para colmo estaba embarazada. Trabajaba en los negocios de su ex y al separarse se quedó sin nada.
Perdió todos los juicios, pero gracias a la ley que da siempre la custodia de los hijos a la madre consiguió su custodia y un trabajo.

Reapareció en 2012 atacando a los independentistas catalanes en pelota picada en Interviú y anunció su regreso a televisión con un programa que mostraría las historia, curiosidades y cultura de España repasando cada una de las comunidades autónomas que la componen. Pocos datos más dio sobre este formato, nunca se supo ni para qué cadena de televisión iría.
Olvidada ya como artista y sin demasiados ingresos, usó la táctica de crear polémica y hacerse enemigos para ganarse el pan.

Mientras empezaba ese programa (o no) participó en ¡Mira quién salta!, donde más que saltar se dedicó a meter mierda. Desde la primera gala dijo no estar cómoda con sus compañeros y que le estaban haciendo el vacío. Esto fue sólo la semilla de una serie de rumores y triquiñuelas que la enfrentaron con Lydia Lozano.

Tras grabar ese programa, quiso volver a la televisión a golpe de escándalos, pero su torpeza la delató y se suicidó mediáticamente en un tiempo récord. Los responsables de Sálvame se dieron cuenta que el espectáculo de Mónica Pont contra Lydia Lozano no tenía mucho recorrido y lo despacharon pronto.

Por si fuera poco, aun caería aún más.
Perdió la custodia de su hijo. Ella dijo que fue por lo de la independencia de Cataluña o algo así de raro.
No sabemos si lo dijo en serio, borracha, drogada o todo a la vez.
Teniendo en cuenta que cuando se rompió la pierna haciendo la gilipollas esquí dijo que por culpa de este accidente perdió un papel en una película de Hollywood, lo más seguro es que está majareta.




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