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| Jennifer sin cuatro kilos de maquillaje |
Jennifer Lynn López es una pseudo actriz, horrorosa cantante y culona americana que explota a base de bien sus raices latinas. Los vagos la llaman J.Lo. Encadena una tras otra, mierdas de películas en las que solo sabe hacer de cenicienta latina cuando lo más probable es que acabe haciéndose unas cuantas operaciones de cirugía estética para que, como en el caso de Michael Jackson, pasar del negro al blanco.
Su estilo musical está destinado para niñas feas que se creen guapas y que viven con la creencia que se les va a pegar algo si escuchan su música. En 1999 lanzó su primer álbum, llamado
On the 6, en honor a la línea del metro que tomaba todos los días para ir a sus clases de canto y baile. En 2001 salió a la venta su segundo álbum, titulado J.Lo, que era el apodo que utilizaban sus cuatro fans gordas fans. En 2002 no se rompió la cabeza y lanzó su disco de remixes
J to tha L-O! The Remixes, un disco que tenía las mismas canciones que las anteriores pero con chunda-chunda. Meses después lanzó su tercer disco de estudio llamado
This is Me...Then, que para más inri en su vídeo aparece con su prometido, el caraculo Ben Affleck.
Desde pequeña, soñaba con ser artista. A los siete años empezó una gira con su clase de baile por Nueva York. Su madre estaba en contra de que fuera bailarina y su padre de que fuera cantante, así que Jennifer decidió irse de casa. Después de un año y medio de
audiciones fracasos, finalmente encontró trabajo en una gira que la llevó hasta Japón. Antes de irse hizo una audición para el programa In Living Color. No le dieron trabajo pero, a su regreso de Japón, el programa la llamó para hacerle una nueva prueba. Esta vez obtuvo el trabajo y se fue a Hollywood. Jennifer López soñaba con un papel protagonista en la televisión. Un productor de la serie South Central se interesó por ella y le dio su primer trabajo como actriz. South Central fue cancelada después de una temporada.
En 1995 se lanzó al cine con un papel secundario en la película Mi familia. Después de eso, todo una ristra de películas comerciales baratas y comedias románticas no apta para diabéticos
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